Lo que realmente deseo es...

La muchacha era prácticamente nueva, y no solo era nueva, sino que enserio no sabía nada, y cuando decía nada, era enserio nada, pues incluso las cosas mas básicas, como el oxigeno, como la gravedad, como el material de los arboles, era distinto en este lugar. No sabía ni siquiera las cosas mas básicas para poder sobrevivir.

Al menos ya se había instalado, tenía donde vivir, y era un lugar adecuado para ella, para sus habilidades. Un desierto, ¿Qué mejor lugar para un dragón de fuego que ese? Y además ya había recorrido algunos de los lugares de lo que había del otro lado del espejo. No podía haberlo recorrido todo, pues al parecer, el lugar era inmenso, llegaba mas allá que el alcance de la vista de cualquiera y era tan variado, que simplemente era obvio el hecho de no poder recorrerlo todo.

Aún tenía muchas dudas, como había llegado a donde estaba, que era ese lugar, como podría regresar, que estaría pasando ahora del otro lado con esos seres que ella tanto amaba y extrañaba, que sería de ella y de los demás, si el retorno fuese algo imposible. Era frustrante, pero seguía siendo una posibilidad, tal vez jamás pudiese regresar nuevamente, ¿y si era así? Tendría que comenzar a pensar en una nueva vida, de este lado.

Finalmente en este momento eso no importaba, pues, ahora recorría nuevamente algunos lugares, sin saber donde estaba, esperando que al menos por casualidad se topase con alguien, así, podría preguntar, y resolver algunas dudas mas, si no existenciales, por lo menos de donde estaba, que pasaba por ahí? De que se trataba ese lugar, pues según lo que había visto hasta ahora, cada lugar era muy distinto.
Poco a poco, entre mas caminaba, veía como el azul comenzaba a inundarle, era algo parecido a una cueva, pero de tonalidades claras, vivas y azules, como el agua, como el cielo. Era hermoso.
-Que lugar mas bonito-Mencionó la muchacha de cabellos largos y obscuros, con aquella dulce y adorable voz suya, escuchando como su eco resonaba y resoba, y luego volvía hacia ella, era algo espectral sin sin duda, sin embargo, era demasiado hermoso para solo ignorarlo y pasarlo largo, tuvo que entrar, tuvo que caminar para descubrir que había adentro, mas lo único que ella escuchaba, eran pasos, y no era algo misterioso pues eran los suyos.-Pero... parece estar vacío.

Más, al seguir caminando al mismo paso, mas, mas y mas profundo, pudo escuchar algo mas, de hecho, dos cosas mas. Uno; agua... era agua, como si cayera, pero no de manera brusca, sino de manera dulce y singular, pues no era una cascada, sonaba mas como una fuente, y si, en efecto eso era. Y dos; una muchacha... era una femenina, que parecía desear algo. pues "Deseo.." fue lo que ella dijo. En sus manos, ella tenía algo raro, era un objeto singular, como una moneda, pero mas grande, de un material bonito, y con adornos extraños.
-¿Será esta una fuente de los deseos?-Preguntó para si misma, para luego, acercarse, sin mucha precaución a la muchacha-Hola! Soy nueva... y... bueno.... mnh... me llamo Celica.

Se había quedado sin palabras al presentarse, quizá era por que no sabía su situación en aquel lugar.

Hey~: